Hace años asistí a una formación de una gran multinacional donde nos enseñaron los diferentes estilos de liderazgo (según Goleman). Pregunté “¿cuáles son los que queremos favorecer en nuestra empresa?” Su respuesta fue “No hay uno mejor o peor, son contextuales”. Insuficiente para mí.
En la siguiente imagen (haced click para ampliarla) podréis encontrar un orden basado en la capacidad de movilización de la inteligencia colectiva y su explicación.
Algunas puntualizaciones:
- Si se da el contexto donde sólo queda hacer liderazgo “coercitivo”, es que no hemos hecho los “deberes” antes: el sistema ha fallado al no haber trabajado suficientemente desde los otros estilos de liderazgo. Además, estamos dando un mal #ejemplo, estamos validando este tipo de comportamiento en la organización.
- Por otro lado, el liderazgo “ejemplar” está bien para empezar a crear cambio en ciertos momentos, pero no es sostenible que siempre tengas que ser tú quien se mueva.
Una historia de liderazgo y resiliencia en momentos de crisis
Una historia que conozco referente a una situación de máxima urgencia, gravedad o crisis, inicio de la pandemia (alguien podría pensar que toca liderazgo coercitivo o ejemplar, parte izquierda): la Alta Dirección de una empresa decidió el objetivo crítico que conseguir en 3 semanas (Visión), crear dos equipos para que probasen alternativas y darles máxima autonomía (saliendo la C-suite de en medio para evitar canales de validación).
Eso lo pudieron hacer porque llevaban AÑOS desarrollando esa cultura de confianza y autonomía, desarrollando a la organización para que pueda coger más responsabilidad (parte derecha). Todo esto acaba generando mucha resiliencia. La historia completa, aquí: https://youtu.be/yLIR0GfiIDs?t=2152
Transformación Ágil 